4:33

by John Cage

29 de Agosto de 1952 en Nueva York, Woodstock, el pianista David Tudor se sienta al piano y cierra la tapa del teclado para dar comienzo a la pieza 4:33 de John Cage. El desconcierto del estreno fue inigualable.

Silencio no es ausencia, es presencia. Es atención, observando y disfrutando de los matices que llenan de belleza la vida. El siglo XXI se ha creído más inteligente que el silencio, más necesario, mas indispensable. Busca vestirlo con innumerables distracciones que adquieren el nombre de desarrollo, más es incapaz de proporcionar lo que el silencio otorga a aquel que se atreve a cogerlo; porque es a través de este que el alma humana conecta con lo más sagrado.